Mediante esta ley se pide que se contemple cualquier modificación tributaria aprobada durante el año en curso, no podrá entrar en vigencia hasta el próximo período fiscal siguiente a la misma con el objetivo de que existan reglas claras en términos financieros. Dichas modificaciones tributarias incluyen la creación de nuevos tributos y el aumento de tributos anteriormente existentes. Se excluye de esta obligación la reducción de tributos ya vigentes, lo cual podrá realizarse dentro del ejercicio fiscal en el cual se ha aprobado dicha reforma.